Saludos viajero.

Me hallo aquí para tomar un descanso en mi viaje hacia ya casi no recuerdo donde. Este lugar me reconforta y lo usaré a menudo para reposar y meditar sobre lo que me acontece en mi aventura personal. Espero les resulten interesantes mis relatos y entre todos compartamos mis reflexiones y disfrutemos de unos pequeños pero agradables momentos de desconexión de esta vida tan llena de dudas y enigmas, y así poder entender mejor cual es el objetivo de todo esto.

¡Se Bienvenido!

jueves, 31 de julio de 2008

MIEDO


Resulta curioso cuando analizas cómo los miedos afectan a nuestros actos y condicionan nuestro punto de vista, sobretodo en algunos casos en concreto. Es paradógico tener miedo a alcanzar un objetivo, a dar un paso hacia la felicidad. Pero cuántas veces sucede esto y cuan difícil es de solucionar.

Hay casos concretos muy claros y comunes como acabar la carrera. Ese cambio de vida que representa a veces asusta, igual que asusta la incertidumbre laboral, el qué será de mi vida. También proboca miedo empezar en un nuevo curro, no saber si darás la taya. Y cuando más se acerca a lo que buscas más miedo da. ¿Qué paradoja, no? Cuanto más se parezca a tus espectativas más satisfacción debería proporcionar, no más miedo.

El miedo debería estar orientado a la infelicidad. Si algo te va a probocar malestar es normal que de miedo. Por ejemplo, si sabes que tu trabajo conlleva mucha inseguridad laboral, o tu contrato es muy temporal, o vas a sufrir por realizarlo, lo
natural es tenerle miedo. Pero si tu trabajo es lo que buscas sabes que te proporcionara bienestar. Debes desestimar la sensación de miedo, es un miedo ilógico.

Lo mismo sucede para cualquier aspecto en la vida. Cualquier cosa que mejore tu situación o sea una de las cosas que buscas para avanzar en tu calidad de vida debe probocar bienestar, no rechazo. Cuando has conseguido algo bueno, no debes rechazarlo, aunque a veces no sea tan idílico como lo imaginabas.

En la concepción del miedo influye mucho nuestro punto de vista. Cuando estás mal los problemas son montañas. Tu pesimismo te hace ver la cima desde abajo, muy superior a ti, y piensas que no podrás alcanzarla nunca. El miedo llega cuando un deseo o una obligación te impulsa a subir esa montaña. Detrás de ella está la felicidad, pero para llegar debes subirla. La analizas desde tu óptica negativa y llegas a la conclusión erronea de que no puedes subir. Tu óptica erronea te hace no ser consciente de tus capacidades.

El miedo a intentarlo y fracasar te invade y decides ni siquiera intentarlo. Así acabas tú solito de un plumazo con otra oportunidad de mejorar tu calidad de vida, de aumentar tu felicidad. Y lo peor de todo es que no ha habido ningún factor externo que te haya puesto trabas, tu mismo decides que no quieres ser más feliz.

El miedo es un sentimiento natural de los animales, incluido el hombre. Un mecanismo de defensa generado por el cerebro para defendernos de los peligros y así poder seguir vivos más tiempo. Diciéndolo así es dificil de entender que genere miedo que te despidan de un curro (aunque sea un poco lógico pues si no tienes dinero no comes, y puedes morir) o que tengas miedo si te deja tu pareja (no te vas a morir por ello, pero este miedo es muy común). La cuestión aquí es que el hombre es un animal racional, y nuestro cerebro es capaz de generar el miedo de muchísimas más situaciones que el cerebro de un perro, por ejemplo. La sensación de miedo es la misma, pero la fuente es diferente. Un perro puede sentir dolor y no por ello tener miedo, pues no racionaliza sobre la fuente del dolor. Sólo se quejará cuando sienta el dolor, pero no pensará en porqué le duele. Nosotros pensamos en esas cosas, y pocos más aparte de los doctores pueden saber(importante la palabra SABER) cual es la fuente del dolor. Si nos rallamos con el posible origen de ese dolor podemos llegar a pensamientos realmente aterradores, como pensar que tus pinchazos en el pecho son debidos a fallos cardíacos cuando puedes ser una pequeña contractura en el pectoral.

Esto sólo es un ejemplo de como nuestro cerebro puede desarrollar el miedo incluso a pesar de que la situación no sea peligrosa. Sólo conociendo el origen de los problemas podemos superar el miedo. Y para conocer el origen se debe analizar el problema de forma realista. El miedo se supera cuando SABES cual es el origen y SABES cual es la solución, luego la aplicas, solucionas el problema y el miedo desaparece. Muerto el perro, se acabó la rabia.

Pero para SABER cual es el problemas, debemos recoger los datos y analizarlos. Aquí es donde la mayoría cometemos el error que desencadena la mayoría de nuestros miedos. Cuando tienes una óptica negativa, obviamente ésta influye en tu captación de los datos. Te hace ver los inconvenientes mayores de lo que son y sientes tus capacidades como inferiores. Y en este momento ya no vas a SABER cual es el problema y vas a creer que no puedes resolverlo. Debes asumir que tu óptica es negativa (paso dificil de asumir, aunque facil de conocer) y cuanto influye esto en las ideas que generas en tu mente.Luego debes restar la carga negativa que le has añadido (cosa que resulta más facil cuando pides consejo y comparas su punto de vista con el tuyo) y ser consciente de tus posibilidades, que suelen ser más o menos como las del resto de humanos. Así superaremos nuestros miedos.

Debemos saber qué miedos son útiles(pues el miedo es una herramienta de supervivencia), como el miedo al fuego, a la electricidad o a los golpes fuertes, y cuales nos hemos generado nosotros mismos y sólo nos impiden avanzar y ser más felices.

La vida sólo es un trámite de pasada que debemos llevar lo más cómodamente posible, y SÓLO de nosotros depende llevarla más plácidamente. La lucha por la felicidad y el bienestar personal es la única guerra legítima y lícita, y la que nunca debemos eludir en este mundo.

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