Saludos viajero.

Me hallo aquí para tomar un descanso en mi viaje hacia ya casi no recuerdo donde. Este lugar me reconforta y lo usaré a menudo para reposar y meditar sobre lo que me acontece en mi aventura personal. Espero les resulten interesantes mis relatos y entre todos compartamos mis reflexiones y disfrutemos de unos pequeños pero agradables momentos de desconexión de esta vida tan llena de dudas y enigmas, y así poder entender mejor cual es el objetivo de todo esto.

¡Se Bienvenido!

viernes, 1 de agosto de 2008

El Viaje


Estoy sentado en un banco de la estación de trenes, con mi maleta en mi regazo. Una maleta pequeña para cargar con todo mi pasado, pero con más de lo que necesitaba para empezar una nueva vida. Nada de lo que hasta el momento me había pasado tenía valor ya, no mucho más que el formarme como la persona que ahora soy.

Mi mirada está fija en en el panel de salidas y llegadas, esperando que alguno de los destinos me resultara llamativo. Era como había sido hasta ahora mi propia vida: la veía pasar ante mis ojos y esperaba que llegara algo que me resultara atractivo para cogerlo y quedármelo, o seguirlo. Pero nunca había nada atractivo.

Algunos de los destinos que aparecen en el panel parecen interesantes, pero o estan muy lejos o deben de ser muy caros. Aunque lo cierto es que no me preocupo por informarme.

Llevo horas aquí sentado, mirando el panel, aferrado a mi pequeña maleta. La miro. ¿Realmente necesito algo de lo que trasporta? Miro el panel. Aparece una ciudad a la que siempre he querido ir. ¡Ya está bien!¡No quiero seguir viendo pasar mi vida ante mis ojos! Voy a empezar a tomar el control sobre ella y a partir de cero. Saco un billete hacia esa ciudad y me dirijo al tren. Me da igual no conocer el idioma que allí se habla, no tener ningún contacto, ni casa ni trabajo. Solo quiero una vida nueva, un lugar nuevo. Estar con gente que todavía no conozco y formarme nuevamente. No quiero saber nada de mi vida pasada, ni de mi familia, ni mi gente ni mi pareja. Necesito empezar de cero y es por eso por lo que estoy aquí.

Subo al tren sin pararme a pensar si estoy haciendo bien, solo subo y me siento. El tren arranca. Permanezco pegado a la ventana durante horas. A través del cristal veo paisajes nuevos, animales nuevos, gente nueva... También veo mi primer atardecer fuera de casa, y mi primer amanecer. Pienso qué estoy haciendo y lo que necesito, y me doy cuenta de que no soy plenamente feliz con este cambio. No es que tenga miedo, es que algo me falta, o mejor dicho me sobra.

Llego a la estación de destino. Quiero empezar realmente de cero. Dejo mi maleta en el tren y bajo a mi nuevo hogar. Ya no me acompaña nada de lo que antes fuí, ahora estoy obligado a adaptarme a un nuevo mundo, a empezar de cero. Ahora sí soy feliz.

No hay comentarios: